21/10/2021

Las bolsas de papel contribuyen a la sostenibilidad

Los consumidores cada vez más están concienciados de que las bolsas de papel son una opción de envasado eficiente y sostenible que puede ayudarles a minimizar los impactos negativos sobre el medio ambiente. 

Desde la Unión Europea, se están promoviendo muchas iniciativas para reducir la contaminación del medio ambiente y prevenir el cambio climático. Por tanto, las empresas del sector se tendrán que adaptar a los efectos de estas normativas y iniciativas que tendrán en el futuro del diseño de envases y materiales. Se espera que los materiales de origen biológico, como el papel, vayan cogiendo cada vez más importancia. Además, el reciclaje de los embalajes cada vez será más importante y también aumentará el uso y la cuota de fibras recicladas. Como las bolsas de papel satisfacen estos requerimientos y muchos otros más, estamos convencidos de que constituyen el embalaje ideal que contribuirá a un futuro sostenible.

 

Un material y un origen sostenible

La materia prima utilizada en la fabricación de papel, la fibra de celulosa de la madera, es un recurso natural renovable y en constante aumento. Las fibras utilizadas en las bolsas se obtienen mayoritariamente de bosques gestionados de forma sostenible. Este tipo de gestión es un componente central en la cadena de valor de las bolsas de papel: estimula el crecimiento de los bosques, preserva los ecosistemas y la biodiversidad, y proporciona un hábitat para la vida silvestre, áreas de esparcimiento y de trabajo. Además, los bosques tienen un enorme potencial para mitigar el cambio climático, ya que durante su crecimiento almacenan dióxido de carbono. Los científicos han calificado a la reforestación mundial como la medida más efectiva contra el cambio climático. Los consumidores pueden echar un vistazo a las etiquetas impresas para ver si una bolsa de papel se ha fabricado con fibras procedentes de fuentes sostenibles.

 

El ciclo de la bolsa de papel: uso, reutilización, reciclaje

Las bolsas de papel son muy resistentes y capaces de transportar una amplia variedad de productos con un peso de hasta 12 kg. Además, se pueden reutilizar varias veces en diversas ocasiones. Una misma bolsa de papel resiste cuatro usos diferentes para el transporte de cargas pesadas de unos ocho kilos o más, o el transporte de artículos de compras con características desafiantes como un contenido húmedo, bordes afilados y situaciones de transporte accidentadas del día a día. Después de cuatro viajes, la bolsa sigue en buen estado para otro uso. Pero si las bolsas de papel ya no se pueden usar más, los consumidores pueden reciclarlas con facilidad. Europa cuenta con una buena infraestructura para el reciclaje de papel: en 2020 la cuota de reciclaje llegó al 73,9 %. Ese año se reciclaron 56 millones de toneladas de papel, lo que equivale a 1,8 toneladas de papel por segundo. Las bolsas de papel tienen fibras largas y resistentes, lo que las hace una fuente ideal para el reciclaje y la transformación en nuevos productos de papel. De esa forma, las bolsas de papel son parte de una economía circular. En Europa, las fibras se reutilizan 3,8 veces de media. El reciclaje del papel reduce también las emisiones generadas por los vertederos. Esta es la forma como las bolsas de papel contribuyen a un futuro sostenible en una economía circular y biológica. Los consumidores que quieren mostrar su responsabilidad con un desarrollo sostenible deben usar, reutilizar y reciclar sus bolsas de papel.