Podríamos decir que el futuro del packaging girará en torno a dos grandes ejes: las innovaciones tecnológicas y la sostenibilidad.
Los avances en tecnología suelen afectar a prácticamente todos los sectores hoy en día, incluso el sector donde nos movemos, el packaging. Lo que aporta la inversión en nuevas tecnologías para el sector del packaging es que se produzcan productos con una reducción considerable en su coste. El objetivo del producto final no puede verse modificado por este tipo de innovaciones ya que es tan importante la calidad de los productos en sí como su objetivo, facilitar el transporte para todo tipo de materiales para la industria. La innovación nos ofrece las soluciones de packaging más innovadoras para cubrir las necesidades de los clientes.
Como en todos los sectores, dentro del packaging aún queda mucho margen de mejora, y más aun si añadimos la tendencia hacia la sostenibilidad, que ya no es una moda pasajera sino una realidad. Todos los productos dentro del sector del packaging tienen que cumplir con las normativas vigentes y no dañar al medioambiente. Por tanto, una de las opciones que se valora es la de hacer crecer la durabilidad de los productos ya que eso conllevaría un menor impacto ambiental. El objetivo de la sostenibilidad en el packaging es rediseñar embalajes cada vez más sostenibles y reciclables.
Toda esta evolución dentro del mundo del packaging lleva a generar un pequeño problema dentro de las empresas, falta gente especializada y técnica en este tipo de operaciones que sepan valorar y adaptar las mejores estrategias para las empresas. Si una empresa cuenta con un técnico especializado en packaging, esa empresa contará con la visión profesional para poder aplicar una estrategia de packaging innovadora y sostenible que se verá reflejada automáticamente en la reducción de sus costes y la mejora en su responsabilidad social corporativa.
