22/07/2020

El empaquetado sostenible, un eslabón clave de la economía circular

El ecopackaging, o empaquetado sostenible, es una práctica que consiste en elaborar envases para productos atendiendo a criterios de funcionalidad, optimizando los recursos y tratando de fabricar envases menos contaminantes con materiales ecológicos.

La sostenibilidad está a la orden del día y cada vez encontramos más aspectos de nuestra vida cotidiana en los que podemos encontrar su huella. Algunos de ellos son los envases y embalajes de los productos que adquirimos a diario.

A pesar de la crisis económica provocada por el COVID-19, las empresas tienen interés en entrar en los mercados de productos y servicios ecológicos, que se encuentran en constante crecimiento.

Por ejemplo, cada vez es más común ver cómo en los supermercados se sustituyen los envases de verduras y frutas fabricados con poliestireno expandido (EPS), un material no biodegradable y realmente nocivo para el medio ambiente. El sustituto que las empresas están comenzando a utilizar son todo tipo de envases compostables fabricados con materias primas ecológicas.

¿Qué hace que un embalaje sea sostenible?

Para que un empaquetado sea considerado como ecológico y respetuoso con el medio ambiente debe cumplir con algunas exigencias.

En primer lugar, el empaquetado debe estar fabricado con materiales ecológicos como cartón o plásticos reciclables, los materiales más extendidos en esta práctica. En caso de utilizar madera, esta tiene que tener su origen en bosques de rendimiento sostenible. Todos estos materiales deben tener algo en común: no deben generar desechos peligrosos para el medio ambiente.

Por otra parte, es importante atender a que las tintas y pinturas que se utilicen sean también ecológicas. Es común que algunas marcas estropeen sus buenas intenciones de fabricar un envase ecológico al utilizar pinturas altamente contaminantes.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es que el objetivo del ecopackaging es que el producto tenga la menor cantidad de embalaje posible. Es común comprar productos que tienen hasta tres envoltorios que son completamente evitables dadas sus dimensiones. También es importante que el embalaje se pueda reutilizar, como paquete o dándole usos alternativos.

Por último, la finalidad primordial del ecopackaging es contribuir a un modelo circular sostenible, por lo que se debe garantizar al máximo posible la reducción de emisiones de CO2, tanto en su fabricación como en el transporte del mismo.