El embalaje es una parte importante de la logística concerniente al envío y almacenamiento de bienes y productos. Por lo general, el embalaje industrial se usa en el sitio de producción, justo después de la manufactura del producto en cuestión, aunque se puede usar en cualquier punto de la cadena de suministro. Este tipo de empaque sirve para resguardar productos que son delicados, peligrosos o voluminosos; por dicha razón tiene que estar capacitado para protegerlos de todo, desde la humedad hasta las vibraciones. Con eso dicho, en esta oportunidad abordaremos los principales tipos de embalajes industriales que existen, sus aplicaciones y cómo elegir el que mejor se adapte a las necesidades de tu empresa o producto.
Tipos de embalaje
Es importante dejar bien claro las diferencias entre embalaje industrial a medida y embalaje de consumo. En este sentido, la diferencia crucial entre ambos embalajes es la escala. El de tipo industrial está diseñado para contener grandes cantidades de un solo producto, en una escala mucho mayor de lo que está diseñado el empaque de consumo.
Los embalajes se clasifican de la siguiente manera:
Tipos de embalaje industrial
Existen diferentes tipos de embalajes industriales y cada uno está diseñado para cumplir una función específica en los procesos de transporte, almacenamiento y manipulación de la mercancía. Estos son:
Contenedor
Como su nombre indica, es un gran cajón de diseño y dimensiones estandarizadas por la ISO, el cual puede estar fabricado de metal o madera. Este sirve al propósito de facilitar las operaciones de carga y descarga. Asimismo, existen varios tipos de contenedor y estos son los más comunes:
Palets
Son plataformas horizontales –generalmente de madera- que sirven como base para otros contenedores, facilitando su traslado mediante transpaletas. Los Palets se clasifican en Isopalet y Palet europeo. El primero está estandarizado por la ISO y puede soportar una carga máxima de 1 tonelada y una altura de 1,45m. El segundo obedece a la norma UNE-EN 13698-1 de ámbito europeo y adopta unas medidas 1.200 x 800mm, además, puede soportar una carga de hasta 1.500KG.
A su vez, los palets se subdividen de la siguiente manera:
Los palets pueden estar hechos de distintos materiales, como madera, cartón, plástico, poliestireno expandido y metal. Los de madera son los más comunes y se caracterizan por su fiabilidad, resistencia y bajo precio.
Los de cartón son de carácter desechable y garantizan condiciones de higiene óptimas. Por su parte, los de plástico frecen resistencia al apilamiento y no requieren de tratamientos sanitarios para la exportación, ya que son imputrescibles y lavables. Los palets de poliestireno tienen la ventaja de ser muy ligeros y de bajo costo. Por último, los de metal están hechos para resistir cargas dinámicas considerables, estamos hablando de más de dos toneladas; la desventaja es que deben ser manejados con grúas y son los más costosos del grupo.
Embalaje sostenible
El embalaje sostenible es el desarrollo y uso de empaquetado que resulta en una mayor sostenibilidad en diferentes sectores, especialmente en el ecológico, disminuyendo así el impacto ambiental y la huella ecológica. Éste tiene los beneficios de promover un ciclo de vida más largo para el producto y de ayudar a la empresa a mantener una imagen responsable.
No obstante, para clasificar como tal debe cumplir con ciertos criterios importantes, empezando por tener un ciclo de vida sostenible, y esto es algo que va desde la fabricación hasta el transporte, incluyendo una fase de reciclado. En este orden de ideas, un embalaje sostenible debe tener capacidad de reutilización y no debe contener químicos potencialmente nocivos para la salud humana o animal.
Un embalaje sostenible también implica la disminución del uso de plástico, que hoy en día empieza a ser reemplazado por cartón en la medida de lo posible. De igual manera, se alienta a usar materiales reciclados y disminuir el uso de tinta.
Cómo elegir el mejor embalaje para tu producto
Con todo lo anterior en mente, es de suma importancia saber cómo elegir el embalaje adecuado para su producto, pues esto garantiza su protección durante el tránsito y almacenamiento. Esto depende de un gran número de factores y es importante hacerse las siguientes preguntas: ¿Qué tan grande es mi producto? ¿Cuánto pesa el producto? ¿Qué tan delicado es? ¿Es el producto sólido, líquido o algo intermedio? ¿Es el producto corrosivo o peligroso?
En este sentido, para productos livianos, las cajas de cartón podrían funcionar mejor. Para los aceites y agentes corrosivos, los bidones de acero son la mejor opción. Para alimentos o bebidas, un IBC grande (contenedor a granel intermedio) es óptimo si está transportando una gran cantidad de productos.
En algunos casos, es posible que también deba seguir los estándares legales o de la industria al empaquetar el producto, para cumplir con los procedimientos de salud y seguridad. Naturalmente, esto podría repercutir sobre los tipos de embalajes industriales a emplear.