La búsqueda de materiales que puedan sustituir el plástico es muy intensa. Se está innovando a escala mundial para encontrar alternativas renovables que permitan a la humanidad reducir el enorme impacto ambiental que produce al usar plástico. Se están probando muchas soluciones, pero todavía no tenemos ningún material que tenga todas las ventajas del plástico sin sus efectos devastadores. En lugar de esperar un material mágico que bien podría no descubrirse nunca, los compradores de material de embalaje y empaquetado conscientes del problema climático deberían analizar las alternativas existentes y optar por material compuesto.
Ya existen soluciones de embalaje y empaquetado que combinan un material renovable como el cartón con una pequeña cantidad de plástico, lo que reduce su impacto climático en más del 80% en comparación con el embalaje tradicional hecho totalmente de plástico.
Un tipo muy común de empaquetado para alimentos es el de tipo bandeja de plástico que se sella para su venta al consumidor. En vez de fabricar toda la bandeja con plástico, una alternativa sencilla es usar un material compuesto de cartón renovable recubierto con una capa fina de plástico con las necesarias propiedades protectoras contra la humedad, la grasa y los olores. La rigidez y la resistencia que exige la construcción provienen de las fibras de madera del cartón, mientras que las propiedades protectoras del plástico proporcionan el toque funcional final. Este cambio relativamente sencillo del material reduce en más del 80% el impacto climático del empaquetado.
El plástico es un material excelente para el empaquetado. Es muy maleable y proporciona el sellado que necesitamos para el empaquetado de alimentos, cuyos requisitos en materia de higiene son altos.
Ya han existido durante décadas varios tipos de empaquetado hecho de cartón recubierto de plástico. Sin embargo, gracias a los más recientes avances en la fabricación de cartón, ha mejorado su funcionalidad y se ha reducido su impacto climático. El debate actual sobre el material de origen fósil en comparación con el material renovable y sus respectivas repercusiones climáticas ha colocado a la combinación de plástico y cartón en una posición cada vez más favorable.
El embalaje de plástico tiene las desventajas de que normalmente tiene una base de origen fósil y no se recicla con facilidad. Al compararlo, vemos que el impacto climático del cartón es aproximadamente un 90% menor que el del plástico. Al combinar el cartón con una delgada barrera de plástico, el impacto climático total del empaquetado puede reducirse radicalmente en comparación con el empaquetado de plástico.
Mientras se espera que los fabricantes de material encuentren barreras protectoras nuevas sin una base de origen fósil, el mercado exige embalajes hecho con cartón recubierto ya sea con plástico tradicional o con material bioplástico.